CORAZÓN EN ACCION

En el centro de la transformación humana

photo Miriam Castro

Par Miriam Castro

CORAZÓN EN ACCION

9 febrero 2022

Foto tomada durante el Día del Éxito de CIMA en la presentación de los trabajos escolares del 2021

En Perú, los niños y adolescentes que llegan al Hogar CIMA se han enfrentado a condiciones de vida difíciles como la pobreza, la violencia doméstica, la vida en la calle, la pertenencia a bandas o el consumo de drogas. Su estancia en el centro les permite ganar confianza en ellos mismos y desarrollar sus talentos para convertirse en líderes de su comunidad.

 

La mayoría de estos niños han crecido en un entorno familiar de indiferencia emocional, irresponsabilidad, violencia, maltrato infantil y consumo excesivo de alcohol o drogas. Suelen escapar de la autoridad de sus padres y desarrollan comportamientos que les ponen en riesgo físico y les convierten en presa fácil para quienes quieren aprovecharse de su vulnerabilidad emocional y psicológica.

Cuando llegan al Hogar CIMA (Centro de Integración para Menores Abandonados), los muchachos tienen una baja autoestima, que se refleja en un comportamiento agresivo o indiferente y en la desconfianza hacia los adultos. También tienen problemas de salud debido a la desnutrición y malos hábitos de higiene. Por desgracia, también tienen un bajo nivel de educación y muestran poco interés y motivación hacia el futuro.

 

Un nuevo comienzo

 

En 2021, el Hogar CIMA acogió a más de 70 niños y jóvenes. Para que un niño sea admitido, éste debe estar convencido de que quiere introducir cambios positivos en su vida y en su día a día. El cambio debe venir de él mismo. Entonces, el niño pasa entrevistas de evaluación con el psicólogo, el trabajador social y la enfermera. El objetivo es averiguar si CIMA es la institución más adecuada para ayudarle, en función de la naturaleza de sus problemas.

 

Se les acoge con respeto a su libertad, no de forma forzada. Este es un primer voto de confianza hacia ellos y un excelente punto de partida para construir una relación diferente y basada en el acuerdo mutuo y la honestidad.

 Jorge Saavedra, director

 

La única excepción concierne a los niños enviados por las autoridades del INABIF (Programa Nacional Integral de Bienestar Familiar). En este caso, el niño ha cometido una infracción grave. Por lo tanto, están sujetos a la ley y su estancia en el Hogar CIMA es determinada por un juez.

 

Llegada e integración

 

El niño suele tardar unos meses en adaptarse a la rutina de CIMA (respeto a las normas comunitarias, horarios, etc.). Una buena recepción es crucial en el proceso de integración. ¿Cómo funciona? El centro está conformado por seis pabellones para acoger a los niños según su edad y la gravedad de sus problemas de conducta o de consumo. Cada pabellón está bajo la responsabilidad de un tutor que recibe a cada niño, le explica el funcionamiento del centro y le presenta a sus compañeros de habitación.

Durante las dos primeras semanas, el niño explora los diferentes talleres y luego elige los que más le gustan. Pueden elegir entre agricultura, ganadería, pintura en tela, música, carpintería, hidroponía, apicultura, informática y cocina, entre otros.

 

Llevo 3 años en CIMA. Durante estos años, he cambiado mi forma de ser y me he vuelto más disciplinado. Estoy en cuarto de bachillerato y me gustaría estudiar derecho. En CIMA aprendí a tocar la flauta de pan, la quena, el bajo eléctrico y la guitarra, mi instrumento favorito.

José David

 

Al mismo tiempo, el tutor trabaja con el niño para que éste pueda asistir a la escuela pública local. Una de las principales preocupaciones del Hogar CIMA es la continuidad de los estudios o la reinserción de los niños en el sistema escolar para que puedan acceder a un buen trabajo y mejorar su calidad de vida y la de sus familias.

Desgraciadamente, hay niños que tienen un retraso educativo importante. A menudo les da vergüenza volver a la escuela en una clase con compañeros más jóvenes. Ante esta situación, CIMA ha puesto en marcha un programa de refuerzo educativo y reinserción escolar que se realiza en las instalaciones del centro y que se lleva a cabo en colaboración con los profesores del CEBA (Centro Alternativo de Educación de Base).

 

Seguimiento del cambio

 

Los tutores y profesores realizan un seguimiento diario para detectar posibles problemas que puedan surgir en los niños. Las actitudes positivas son reconocidas y fomentadas. Si un niño muestra un liderazgo proactivo y positivo ante sus compañeros cuatro veces seguidas, se le invita a un restaurante local como recompensa y reconocimiento. La creación de equipos y la pertenencia a los mismos es un principio clave del programa CIMA.

Por otro lado, las actitudes negativas no provocan sanciones, pero son identificadas si los problemas de conducta son recurrentes. Primer, se organiza una reunión entre el niño y el equipo educativo para escucharle y pedirle que mejore su comportamiento. Dependiendo de la edad del niño, la duración de su estancia y sus circunstancias, hay opciones para tratar su comportamiento negativo, como ayudar en las tareas domésticas o de la granja, o pedirle que corra algunas vueltas alrededor del campo de futbol (¡un buen desahogo!).

 

El regreso al mundo exterior

 

Los niños y adolescentes que viven en CIMA tendrán que partir eventualmente, a los 18 años para ser exactos. La vuelta al mundo exterior puede suponer un gran reto para ellos y sus familias. Como el equipo del Hogar CIMA es consciente de lo que está en juego en esta salida y de la importancia de la implicación de la familia en la construcción de un marco sólido para el futuro de los niños, ha diseñado talleres terapéuticos y psicopedagógicos complementarios para:

 

  • Ayudar a los jóvenes a reconstruir sus vidas, liberándolos de las adicciones y los comportamientos nocivos, adoptando valores de respeto, compromiso y amor a sí mismos y al prójimo.
  • Animar a los padres u otros miembros de la familia a recuperar su rol y autoridad hacia su hijo.

 

En enero de 2021, 27 jóvenes dejaron el centro CIMA para vivir con sus familias. ¡Una muy buena noticia! Esto significa que nuestro programa está funcionando.

Jorge Saavedra

 

En estos tiempos difíciles, el Hogar CIMA continúa formando la próxima generación. Inculca a los jóvenes de entornos desfavorecidos los valores del amor, la integridad y el compromiso, para convertirlos en líderes al servicio de su comunidad, portadores de una nueva luz para que participen en la construcción de un mundo mejor.

 

ACERCA DE MIRIAM CASTRO

Apasionada de los viajes y la cultura, Miriam decide establecerse en Quebec y finaliza una Maestría en Comunicación por la UQAM, mientras dirige la Fundación Père-Ménard. Cuando no está corriendo para hacer su meditación en movimiento, Miriam gusta de leer un buen libro, mirar series o compartir una buena comida con las personas que ama.

 

Las opiniones expresadas en los textos son de los autores. No pretenden reflejar las opiniones de la Fundación Padre-Menard. Todos los textos publicados están protegidos por derechos de autor.

 

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