ARTÍCULOS

Eusèbe-H. Ménard, discípulo luminoso de Jesús

Photo Denis Gauthier

Par Denis Gauthier

ARTÍCULOS

1 julio 2020

Por su manera de ser, por su pensamiento y su acción, Eusèbe-Henri Ménard, resucitó en mí, de manera definitiva, durante mi formación en el Colegio Saint-Jean Vianney de Montreal, una existencia presente y eterna de este Nazareno, Jesús, hijo de Dios. Tenemos todo en nosotros para realizar esta presencia. Uno es parte de la identidad de Dios. Yo soy UNO.

 

Su contagioso entusiasmo nos transfiguró en una luz radiante, permitiéndonos intensificar nuestro valor para dar testimonio de la existencia real de Jesús en nosotros y a nuestro alrededor.

Ser justo antes de ser caritativo, humanizar antes de evangelizar: como Jesús, el padre Menard compartioó su amor con la humanidad, sin excepción. En su mesa recibía a ricos y pobres, a indigentes y a ex presidiarios, a los que reintegraba en nuestra comunidad de estudiantes adultos, formada por todas las profesiones y diferentes culturas que llegaban a nosotros de todo el mundo. Vio la presencia de Jesús en toda la Creación.

 

Eusèbe-Henri Ménard y Denis Gauthier en Perú, 1972.

 

Este hombre de fe era una fuente de curación, no de exclusión, al igual que Jesús en las sinagogas de Cafarnaúm, quien al principio de su vida pública, proponía una nueva enseñanza que era inquietante, pero autorizada.

Para lograr sus objetivos, el padre Eusebio tuvo que desafiar a menudo a las autoridades, pues tenía una visión de la Iglesia que se salía de lo establecido. Al igual que el enfoque de nuestro Papa Francisco, el mensaje evangélico debía trascender la estructura organizativa de la Iglesia.

 

Vivir la Eternidad en el presente

 

Su ideal era formar apóstoles, como los discípulos de Jesús, cualquiera que fuera su destino u origen. Siempre esperé tener su audacia, el coraje necesario para poder hacer mi parte justa en la Creación; siguiendo religiosamente la Voluntad de la Palabra Viva y compartiendo el lema de la Sociedad de Misioneros de los Santos Apóstoles, esta frase de San Pablo tomada de la Epístola a los Colosenses: “Sobre todo la caridad”.

El objetivo último del padre Ménard era vivir la eternidad en el presente. En el colegio, nos hacía sentir, viviendo verdadera y totalmente, nuestro momento presente en Jesucristo. La muerte es sólo una etapa, como el paso del recién nacido a la Luz, como la oruga que se convierte en mariposa.

Nos hizo sentir nuestra resurrección diaria, nuestro desprendimiento de lo material por lo espiritual. Nos ayudó a hacer desaparecer nuestro ego y nuestra mente para refugiarnos en nuestra conciencia y perfeccionar el ejercicio de nuestro discernimiento para alcanzar con valor, y diariamente, el mayor bien a alcanzar. Insistió en que demos gracias a Dios por todas las alegrías que hemos recibido en abundancia.

Por último, nos instó a compartir estos bienes recibidos de tal manera que ya no tengamos tiempo para quejarnos, sino para hacer Su Voluntad. En otras palabras, el Papa Francisco resume las enseñanzas del Padre Eusebio:

 

¡No dejen que les roben el deseo de construir cosas grandes y hermosas en sus vidas! No se conformen con objetivos pequeños. Apunten a la felicidad, tengan el valor, el coraje de salir de si mismos y jugar su futuro con Jesús.

Papa Francisco

 

Las palabras del padre Eusèbe y del papa Francisco tienen un alcance nuevo, libres de las precauciones retóricas habituales, que tocan y golpean más allá del círculo de los católicos: el vasto público de los buscadores de sentido. Se inspiran en el ejemplo de los grandes santos: Francisco Javier, jesuita, como misionero ejemplar y Francisco de Asís, franciscano, como defensor de los pobres, los oprimidos y la paz. En definitiva, son protectores de una ecología integral de nuestro universo terrenal, la creación de Dios, con la participación de la humanidad.

Eusebio H. Ménard fue un maestro, un auténtico discípulo, lleno de la Luz de Jesucristo, que me inculcó, espero que para siempre, esta búsqueda de la superación personal.

Soy feliz de ser uno de sus discípulos.

 

ACERCA DE DENIS GAUTHIER

Empresario, ex jesuita y de ascendencia amerindia, herencia de la que se siente especialmente orgulloso, Denis es un universo en sí mismo. Un universo que explora con paciencia y determinación, sembrando las semillas de proyectos movilizadores y amistades leales. Amante de la naturaleza y apasionado de las personas, sabe convencer y destaca en el arte de rodearse de personas motivadas y creativas que le apoyan y siguen.

 

Las opiniones expresadas en los textos son de los autores. No pretenden reflejar las opiniones de la Fundación Padre-Menard. Todos los textos publicados están protegidos por derechos de autor.

 

Partager :

Síguenos en Facebook

Sigue a la fundación en Facebook para mantenerte informado sobre nuestras actividades, nuestros proyectos y nuestras últimas publicaciones.

Yo suscribo

¿Quieres recibir más contenido?

Suscríbase a nuestra lista de correo y le enviaremos un correo electrónico cada vez que se publique una nueva publicación, es fácil y gratuito.

Yo suscribo