TESTIMONIOS DE FE

Pedro Gómez: “Su luz ilumina mi camino”

Par Collaboration spéciale

TESTIMONIOS DE FE

3 mayo 2023

Foto: El padre Pedro Gómez con dos residentes del Hogar San Pedro

Mi nombre es Pedro Luis Gómez Salazar, nací en 1984 en el municipio de Lourdes Norte de Santander, Colombia. Desde hace dos años soy capellán del Hogar San Pedro en Perú.

Mi padre es Luis Ramón Gómez, agricultor de profesión, y mi madre, Dionilde Salazar, ama de casa. Se casaron el día de San Valentín, un 14 de febrero de 1983. Soy el mayor de mis tres hermanos y de mi hermana, que es la madre de Sebastián y Natalia, mis queridos sobrinos.

 

Mi vocación

 

Hice el bachillerato en un colegio dirigido por las Hermanas Siervas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, de las que aprendí mucho. De hecho, mi vocación nació en el grupo de jóvenes de este colegio. Todos los jueves se celebraba el sacramento de la Comunión y el Santísimo Sacramento estaba expuesto todo el día. Así que íbamos a rezar en grupo. Fue un jueves, cuando estaba en el último año de bachillerato, cuando oí una voz interior en la capilla que me llamaba a amar a Dios más que a nada y a seguirle.

En 2004 me gradué con una beca de excelencia ofrecida por la institución. Así, a pesar de las dificultades económicas de mi familia, terminé mis estudios y me sentía feliz. Al año siguiente inicié un ciclo en filosofía en el Seminario Mayor de San José de Cúcuta. Fue una gran experiencia, pues fortalecí mi autoestima y desarrollé mis cualidades como joven líder durante el trabajo pastoral que realizaba cada fin de semana en las diferentes comunidades.

En 2008, me quedé con mi primo, que era el sacerdote de la diócesis de Cúcuta y quien me enseñó a trabajar, a ser mejor persona y a luchar para lograr mi proyecto de vida: ser sacerdote. En octubre de ese mismo año, participé en una experiencia de retiro cristiano de Cursillos, que me transformó y me llenó de alegría y de sueños de vivir en una casa de formación o en un seminario. Quería ser como “el hombre prudente que edificó su casa sobre la roca” (Mt 7,24).

 

Mi sueño hecho realidad

 

Un día, en la parroquia donde vivía, recibí la visita de las Hijas del Sagrado Corazón de Jesús y de María, que me hablaron de la obra y la misión de la Sociedad de los Misioneros de los Santos Apóstoles (M.S.A.). Muy interesado, me puse en contacto con ellos y me presenté en un encuentro vocacional en diciembre de 2008. Un mes más tarde, fui admitido como miembro postulante en el Seminario Mayor de los Santos Apóstoles en Bogotá.

El 2 de febrero de 2015 hice mi promesa definitiva y en agosto fui ordenado diácono por Monseñor Enrique Sarmiento Angulo, Obispo Emérito de la Diócesis de Fontibón. Luego me uní al equipo de formadores del Seminario Mayor de la M.S.A. Finalmente, el 12 de marzo de 2016, fui ordenado sacerdote en la parroquia Nuestra Señora de Chiquinquirá, en Bogotá.

Cada día está lleno de experiencias gratificantes que me permiten descubrir el verdadero significado de los verbos promover, formar y acompañar a jóvenes y adultos en su propio camino vocacional. En 2017, me mandaron a la diócesis de Los Teques, en Venezuela, para encargarme de la parroquia de los Santos Apóstoles.

 

Pedro y los empleados del Hogar durante las celebraciones del Señor de los Milagros, una de las fiestas religiosas más importantes del mes de octubre en Perú.

 

Mi experiencia en el Hogar San Pedro

 

Ahora colaboro en la obra de caridad del Hogar San Pedro, en Perú, donde desde hace 43 años se acoge a personas pobres y abandonadas. Desde hace casi dos años participo en esta obra de Dios, dando amor a los residentes que sufren y sólo piden un poco de pan y de ternura. Con los que pueden moverse, me ocupo del jardín, del gallinero y de un pequeño huerto. Con la ayuda del personal, organizo actividades para animar la vida cotidiana. ¡La risa es la mejor medicina!

Con cada encuentro, crezco en humanidad y doy sentido a mi trabajo y a mi vida. Confío en Dios, que me guiará con su luz en mi camino para cumplir mi misión en la Iglesia. Con Su ayuda, he encontrado mi familia espiritual. Con Su ayuda e infinita misericordia, seguiré recorriendo mi camino lleno de desafíos, siempre con el deseo de mostrar el rostro del Resucitado que ha transformado mi vida. Como el joven Samuel, digo: “Habla Señor, que tu siervo escucha”.

La misericordia de Dios es inquebrantable y su providencia es eterna. Gracias por su generosidad y sus oraciones por las vocaciones al sacerdocio y por apoyar la obra de caridad del Hogar San Pedro. Sepan que todas nuestras oraciones están con ustedes hoy y siempre.

 

Pedro Gómez Salazar

 

ACERCA DE COLABORACIÓN ESPECIAL

Le proponemos un artículo que creemos importante difundir por la riqueza de su contenido. En esta ocasión, queremos agradecer al padre Pedro Gómez Salazar, M.S.A., por este testimonio de fe que ha sido difundido también en la Novena Mariana 2023, el boletín de la Fundación Père- Ménard.

 

Las opiniones expresadas en los textos son de los autores. No pretenden reflejar las opiniones de la Fundación Père-Menard. Todos los textos publicados están protegidos por derechos de autor.

 

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