Foto tomada de la página web del Arsenal Art Contemporain
El Arsenal Art Contemporain de Montreal ofrece a los amantes de la Historia un recorrido por el pasado, el presente y el futuro del monumento arquitectónico que es la catedral de Nuestra Señora de París. Esta exposición nos ofrece un asiento de primera fila en el lugar central que ocupa la catedral dentro del patrimonio cultural francés y en nuestro imaginario colectivo.
Fue el incendio que arrasó la catedral el 15 de abril de 2019 lo que puso en marcha el desarrollo de esta exposición. Esta tragedia, que recibió cobertura mediática en todo el mundo, contribuyó a que se tomara conciencia de la fragilidad de este lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y, por tanto, de la necesidad de compartir su historia en todo el mundo. A medio camino entre lo real y lo virtual, la exposición lleva a los visitantes a recorrer la catedral, desde sus orígenes hasta sus actuales obras de restauración, utilizando la tableta HistoPad. Además de recorrer un entorno físico que evoca la atmósfera solemne y majestuosa de la catedral, el visitante debe escanear las 21 “Puertas del Tiempo” para transportarse a distintas épocas de la vida de Nuestra Señora de París. Los visitantes se encuentran con reconstrucciones en 3D que pueden recorrer y con las que pueden interactuar. Así, son llevados a diferentes partes de la catedral, donde pueden aprender más sobre las técnicas y materiales utilizados en la construcción del edificio, los trabajadores que participaron en su construcción y restauración, y los principales acontecimientos históricos que tuvieron lugar en Notre-Dame de París.
Esta exposición, fruto de la colaboración entre Histovery, L’Oréal y el Establecimiento público encargado de la conservación y la restauración de la catedral de Nuestra Señora de París, es un auténtico viaje en el tiempo basado en un innegable rigor científico. El desarrollo de esta exposición fue posible gracias a la creación de un comité científico que reunió a historiadores, especialistas en arte, ingenieros y muchos otros. De este modo, la realidad histórica de la exposición puede combinarse con el mundo imaginario que rodea a la mítica catedral de Nuestra Señora de París, sin que una distorsione a la otra.
Nuestra Señora de París: espejo de la Historia
Comenzamos la exposición en 1163, al inicio del gigantesco proyecto de la catedral de Nuestra Señora de París. Maurice de Sully, obispo de París, inició su construcción para honrar a la Virgen María en toda su grandeza, pero también para acoger a la creciente población de la ciudad.
Aunque los libros de historia afirman que el monumento se terminó de construir en 1250, lo cierto es que Nuestra Señora de París nunca estuvo realmente acabada. A lo largo de los siglos posteriores, se sucedieron las modificaciones y los embellecimientos, así como las destrucciones y las restauraciones. La tableta HistoPad nos permite ser testigos contemporáneos de estos cambios y comparar, mediante la modelización 3D, el antes y el después de la catedral.
Reflejo de la sociedad francesa en épocas sucesivas, la catedral de Nuestra Señora de París es ante todo un espejo de los movimientos, mentalidades, necesidades y modas artísticas que evolucionan con el tiempo. En 1625, por ejemplo, se realizaron importantes cambios en el coro de la catedral, casi totalmente en el estilo barroco de la época. El vandalismo durante la Revolución Francesa también causó graves daños a la catedral, lo que dio lugar a importantes renovaciones del edificio. Además, de 1845 a 1867, Eugène Viollet-le-Duc lanzó un movimiento para restaurar la catedral, que se había deteriorado en aquella época: se renovó en su estilo medieval original.
Una catedral, especialmente un santuario nacional como el de París, no es ni una tumba ni un museo. Está siempre viva. A lo largo de los siglos, todas las épocas han dejado su huella en ella con su genio, todas la han enriquecido y embellecido, sabiendo que es el lugar donde se reúne todo el fervor.
(Cardenal Verdier, Le Figaro, 31 de diciembre de 1938)
Constantemente en (des)construcción, la catedral de Nuestra Señora de París está lejos de ser un mero edificio reflejo de los ámbitos social, político, artístico y religioso de Francia; su propia arquitectura revela las huellas materiales de un pueblo en constante evolución. La morfología del edificio refleja el proyecto a gran escala que comenzó en la época medieval, pero también la furia de la Revolución Francesa, la esperanza de conservación a finales del siglo XIX y la resistencia del pueblo tras el incendio de 2019.
Los artesanos que trabajan tras bambalinas
En 1163, la construcción de Nuestra Señora de París ya suponía la coordinación de cientos de artesanos en una obra colosal. Herreros, canteros, leñadores, arquitectos, vidrieros, escultores y muchos otros especialistas trabajaron juntos bajo la dirección del jefe de obra para dar vida a la sagrada catedral. De hecho, los fieles pudieron empezar a asistir al servicio religioso sólo 20 años después del inicio de la construcción, un testimonio innegable de la eficacia de los diversos artesanos que trabajaron.
Tras el terrible incendio de 2019, es necesario volver a los orígenes de la construcción de la catedral. Para restaurarla primero hay que comprender las intenciones arquitectónicas, artísticas y religiosas de quienes la construyeron hace casi mil años, pero también hay que reproducir con exactitud lo que se destruyó para devolver al monumento su antiguo esplendor. De este modo, vamos a encontrarnos con un amplio abanico de oficios trabajando juntos para reproducir la antigua catedral de forma idéntica utilizando los recursos actuales. Los oficios relacionados con la dirección de las obras (arquitecto jefe de monumentos históricos), las artes (organeros, restauradores de pinturas, maestros vidrieros, etc.), la investigación científica (arqueólogos) y los trabajos estructurales (carpinteros, técnicos de acceso mediante cuerdas, operadores de grúas, etc.) asumen lo que los artesanos de 1163 empezaron sin llegar a terminar. De este modo, los trabajadores de hoy contribuyen a perpetuar la renovación constante de la catedral. Esta vez, resurge de sus cenizas, cada vez más bella, cada vez más memorable.
[La exposición] construye un puente entre la historia milenaria de la catedral y el actual proyecto de restauración, y muestra los continuos conocimientos que se han aplicado en la cabecera de la catedral desde que se colocó la primera piedra en 1163.
(Philippe Jost, Presidente de la institución
pública Reconstruir Notre-Dame de París)
Nuestra Señora de París en las producciones culturales
Figura influyente en el mundo de las artes, la catedral ha inspirado a muchos artistas como Jacques-Louis David, quien se inspiró del coro de la catedral para pintar “El rito de Napoleón” entre 1805 y 1807. Además de la famosa novela de Victor Hugo, el poeta Gérard de Nerval también publicó un poema titulado “Notre-Dame de Paris” en 1832. Por último, una de las canciones de Édith Piaf lleva el nombre de la catedral, que también aparece en varios videojuegos, los más populares de los cuales son Assassin’s Creed Unity y Age of Empires IV.
ACERCA DE SOPHIE ARCHAMBAULT
Estudiante del Máster en estudios literarios, Sophie lee y escribe para entender mejor al ser humano, la sociedad, pero sobre todo al mundo en el que vive. Noctámbula, sus lecturas nocturnas sobre la espiritualidad y los fenómenos religiosos han acrecentado su interés por el concepto de lo sagrado. Amante de la naturaleza y sus peligrosas bellezas, la mitología, la historia del arte y todo lo que requiere creatividad, Sophie gusta de encontrarse a sí misma a través de estas pasiones para luego abrirse al mundo que la rodea.
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