Foto por Spencer Davis / Unsplash
Desde hace milenios, Egipto nos fascina por su excepcional patrimonio espiritual. Tierra de dioses y misterios, nos invita tanto a un viaje interior como a la búsqueda de la comprensión del mundo. Con esta perspectiva, la agencia de viajes Spiritours propone, del 12 al 24 de octubre de 2025, un peregrinaje único al centro de las tradiciones religiosas egipcias, con la participación del Padre Benjamin Ébodé Onambélé, M.S.A. como sacerdote acompañante.
El pasaje a la eternidad
Las pirámides y necrópolis egipcias son sin duda obras maestras de la arquitectura, pero sobre todo son santuarios espirituales, diseñados para facilitar el paso del faraón de la vida a la muerte. En efecto, para los antiguos egipcios, morir no marcaba el final de la vida, sino el paso a una nueva existencia donde era posible saborear la eternidad. El itinerario de Spiritours ofrece a los peregrinos la posibilidad de visitar algunos de estos fascinantes monumentos, como la Pirámide de Djoser, las Pirámides de Keops y el Valle de los Reyes.
En Saqqara, la Pirámide de Djoser supuso un gran avance en la arquitectura funeraria. Por primera vez, la tumba real adoptaba la forma de una pirámide escalonada, una escalera simbólica que se elevaba hacia el cielo. Este monumento abrió el camino a construcciones más ambiciosas, que culminaron en las Pirámides de Keops, verdaderos emblemas del vínculo entre el mundo de los vivos y el de los dioses. Cada detalle de estas pirámides estaba cuidadosamente pensado para acompañar el alma del faraón hacia su vida celestial. En este sentido, la forma lisa de la pirámide está destinada a facilitar el ascenso del faraón -destinado a unirse a Ra, el dios solar- en su viaje hacia la inmortalidad.
Mientras las pirámides alcanzan el cielo, otras necrópolis, como el Valle de los Reyes, se hunden en las profundidades de la tierra. Este lugar alberga las tumbas de los faraones del Nuevo Imperio (entre 1500 a.C. y 1000 a.C.), así como las de reinas, príncipes y altos dignatarios. Concebidas como verdaderos santuarios, estas tumbas rebosan de tesoros y objetos preciosos, colocados junto a los difuntos para acompañarlos en su viaje al más allá. Son testimonio de elaborados ritos funerarios destinados a asegurar al difunto una existencia digna en el otro mundo.
Para completar la visita a las pirámides, Spiritours también incluye una visita al Museo Egipcio de El Cairo, donde se exponen más de 160 mil objetos encontrados en las necrópolis. Entre ellos se encuentra el famoso tesoro del faraón Tutankamón.
Vestigios de la mitología egipcia
El peregrinaje propuesto incluye la visita a varios templos del antiguo Egipto, como el Templo de Edfu y el Templo de Karnak, verdaderos centros religiosos y políticos. Considerados como las moradas terrenales de los dioses, eran en su época el escenario de rituales cotidianos que garantizaban el equilibrio del mundo. Además de su función religiosa, estos templos afirmaban el poder del faraón y eran importantes centros económicos, que abarcaban una gran extensión de terreno y empleaban a artesanos y escribas. Eran verdaderos pilares de la sociedad egipcia.
Durante un crucero por el Nilo, los peregrinos tendrán la oportunidad de visitar el Templo de Edfu, uno de los mejor conservados del antiguo Egipto. Situado entre Asuán y Luxor, es una obra maestra arquitectónica dedicada a Horus, deidad con cabeza de halcón, dios del cielo y protector de los faraones. Construido entre el año 237 a.C. y el 57 a.C., el edificio impresiona por su tamaño y sus magníficos relieves que narran los mitos asociados a Horus, en particular su batalla contra el malvado Seth, su eterno rival y dios del caos. El Templo de Karnak, por su parte, es un conjunto monumental que constituye una de las mayores construcciones religiosas de la Antigüedad. El complejo está dedicado a Amón-Ra, el dios más importante de la mitología egipcia. Uno de los muchos grabados que hay aquí celebra las victorias militares del faraón Tutmosis III, honrando a Amón-Ra por guiarle hasta la victoria. Cada faraón añadió su propio toque al templo, contribuyendo a su evolución y reforzando la relación entre la divinidad y el poder real.
El Sinaí: un desierto sagrado
Aunque el Sinaí fue atravesado a menudo por faraones que pretendían extender su territorio hacia Levante, es más conocido como el lugar de una de las mayores teofanías de la Biblia. Se dice que fue en la cima del Monte Sinaí donde Moisés recibió las Tablas de la Ley, sellando así la alianza entre Dios y el pueblo de Israel. Esta historia fundacional confiere a este lugar una dimensión sagrada, convirtiéndolo en un espacio de revelación y en un símbolo del encuentro entre lo humano y lo divino. Durante siglos, peregrinos y creyentes han acudido a esta montaña en busca de espiritualidad, una experiencia que también ofrece el peregrinaje de Spiritours.
La visita al Monasterio de Santa Catalina es también una parte esencial de este viaje. Situado a los pies del Monte Sinaí, este monasterio se fundó en el siglo VI y es uno de los santuarios ortodoxos más antiguos que se conservan. Alberga una valiosa colección de manuscritos antiguos, iconos bizantinos y reliquias, testimonio de su papel intelectual y religioso a lo largo de los siglos.
En la intersección de las tradiciones cristiana e islámica
Egipto es mucho más que su pasado faraónico. Aunque este periodo de la historia es fascinante, no hay que olvidar que este país es también una tierra de espiritualidad viva, donde el cristianismo y el islam siguen encontrándose hoy en día. El itinerario de Spiritours lleva a los viajeros al corazón de El Cairo para visitar el barrio copto, testigo de las profundas raíces del cristianismo en Egipto desde los primeros siglos. La Iglesia de San Sergio, por ejemplo, es emblemática de esta historia: según la tradición, fue aquí donde la Sagrada Familia se refugió en Egipto para escapar de la ira del rey Herodes.
El islam también ocupa un lugar destacado en Egipto, como atestigua la majestuosa mezquita de Mohammed Ali, construida en el siglo XIX en el corazón de El Cairo, que los peregrinos también tendrán la oportunidad de visitar. Con sus esbeltos minaretes y sus impresionantes cúpulas -las mayores de la arquitectura islámica en Egipto- domina el paisaje desde su privilegiada posición al borde de la antigua ciudadela de Saladino, reforzando su prestigio y su papel central en la espiritualidad musulmana egipcia.
Pero el viaje no se limita a estos lugares emblemáticos. Los peregrinos también pueden explorar otras muchas maravillas de Egipto, como los restos de Menfis, con su Esfinge de alabastro y la majestuosa estatua de Ramsés II, la Iglesia de Santa María -una de las iglesias coptas más antiguas de El Cairo- y los numerosos templos que salpican las orillas del Nilo. Y no olvidemos la belleza de las playas del Mar Rojo, donde los peregrinos podrán descansar frente a la inmensidad que se abre ante ellos. Más que un itinerario tras las huellas del pasado, esta peregrinación es ante todo un encuentro con la historia, la espiritualidad y, quizás lo más importante, consigo mismo.
Para reservar su lugar o saber más sobre este peregrinaje a Egipto organizado por Spiritours en colaboración con la Fundación Padre Ménard, haga clic en esta liga.
ACERCA DE SOPHIE ARCHAMBAULT
Candidata al doctorado en estudios literarios por l’UQAM, Sophie lee y escribe para entender mejor al ser humano, la sociedad, pero sobre todo al mundo en el que vive. Noctámbula, sus lecturas nocturnas sobre la espiritualidad y los fenómenos religiosos han acrecentado su interés por el concepto de lo sagrado. Amante de la naturaleza y sus peligrosas bellezas, la mitología, la historia del arte y todo lo que requiere creatividad, Sophie gusta de encontrarse a sí misma a través de estas pasiones para luego abrirse al mundo que la rodea.
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