CORAZÓN EN ACCION

Sunilla celebra la llegada del agua

Photo André Franche

Par André Franche

CORAZÓN EN ACCION

14 agosto 2024

Inauguración del sistema de agua delante de la estructura que

porta los paneles solares que alimentan la bomba de agua.

Foto por Alas de esperanza

 

El 29 de enero, la comunidad de Sunilla nos esperaba a la entrada del pueblo para darnos una calurosa bienvenida. La banda de músicos contratada para la ocasión disfrutaba de lo lindo, tocando conocidas melodías andinas para acompañar a los campesinos ataviados con coloridos trajes, quienes bailaban y aplaudían para celebrar la llegada del agua a su pueblo.

Además de los miembros del equipo peruano de Alas de Esperanza, me acompañaban Annie Quesnel y su esposo Patrick Harkans, de Drummondville. Annie vino a representar a su padre a la inauguración del proyecto de agua potable en memoria de su madre, Lilianne Robidoux Quesnel, quien falleció en 2022. André Quesnel quiso rendir homenaje a su esposa financiando la cisterna y el reservorio del nuevo sistema de agua para el pueblo de Sunilla, lo cual representa el 50% del costo total del proyecto.

 

Nos encantó conocer a la comunidad de Sunilla y participar en las celebraciones de inauguración. Nos conmovió profundamente la calidez y generosidad de la bienvenida, y esta muestra de aprecio nos emocionó inmensamente.

Annie Quesnel

 

El pueblo de Sunilla, en el distrito de Vinchos, situado a 3707 metros de altitud, es otro ejemplo de promesa incumplida por parte del gobierno peruano. En 1993, cuando se construyó la presa de Chucoquesera para crear una gran reserva de agua para la ciudad de Huamanga, el gobierno del presidente Fujimori prometió facilitar el acceso al agua potable a las comunidades afectadas por la presa. Treinta años después, la comunidad de Sunilla seguía sin agua potable y tenía que depender de las aguas superficiales y del canal de riego, mientras que el canal que lleva agua potable a Huamanga atraviesa justo por el medio del pueblo.

De mayo a septiembre de 2023, los habitantes de Sunilla trabajaron muy duro para cavar las zanjas a través de sus campos que albergarían las tuberías que llevarían agua limpia a sus hogares. Annie comentó: “Vimos con nuestros propios ojos la magnitud de los retos y los esfuerzos que tuvieron que hacer los aldeanos para completar este proyecto, una tarea colosal teniendo en cuenta los medios rudimentarios a su disposición. Su determinación y perseverancia son extraordinarias.”

Gracias a los esfuerzos coordinados de los habitantes de Sunilla, del equipo de Alas de Esperanza y de los benefactores, el nuevo sistema de agua potable consta de una estructura de captación de agua, un depósito de 40 m3, un embalse de 30 m3, tuberías de agua, paneles solares con bomba, una red de distribución y conexiones domiciliarias con 59 lavabos, uno por vivienda.

 

Esta familia de Sunilla por fin tiene acceso a agua potable directamente del grifo.

 

“La crisis del agua es muy real en Perú. Las fuentes de agua secas y contaminadas están amenazando la salud de las personas que viven en zonas remotas, especialmente de los niños y ancianos más vulnerables. Los peruanos necesitan realmente nuestro apoyo, porque no pueden confiar en que su gobierno ponga remedio al grave problema del acceso al agua potable para todos”, afirma Annie en su texto.

Para fortalecer la participación ciudadana, se ha creado un comité de agua potable. Este comité se encarga de garantizar la viabilidad a largo plazo de las infraestructuras y de crear y administrar un fondo de contingencia para el mantenimiento preventivo de los equipos a largo plazo. El comité está formado por un 50% de mujeres, ya que consideramos ellas son más responsables del mantenimiento de las instalaciones y de seguir las instrucciones sanitarias y de higiene para garantizar que el agua que dan a sus hijos es de buena calidad.

El develado de la placa conmemorativa en memoria de Lilianne Robidoux Quesnel fue un momento emotivo. Teodoro Bolivia, ex presidente de la comunidad de Sunilla, pronunció un emotivo discurso en el que relató los infructuosos esfuerzos realizados durante treinta años para conseguir el acceso al agua potable. También dio las gracias a los donadores que han hecho posible este sueño. Pidió un minuto de silencio en memoria de la Sra. Quesnel y luego rezó por la salud del Sr. Quesnel, quien se encontraba hospitalizado en ese momento.

Para terminar, me gustaría dar las gracias a la Junta Directiva y a los benefactores de la Fundación Père-Ménard por proporcionar la financiación esencial para este proyecto, que ha cambiado la vida de toda una comunidad para las generaciones venideras.

 

ACERCA DE ANDRÉ FRANCHE

André es un aventurero con una memoria prodigiosa. A los 21 años se marchó a Sudamérica para hacerse sacerdote, pero pronto descubrió que ése no era su camino. Durante muchos años se implicó en la obra del Padre Eusebio Ménard, llevando a cabo proyectos humanitarios y de formación espiritual. Desde el año 2000, este misionero-administrador está al frente de Les Ailes de l’Espérance, una organización que trabaja para garantizar el acceso al agua potable y devolver un poco de dignidad humana a los más pobres de Perú.

 

Las opiniones expresadas en los textos son de los autores. No pretenden reflejar las opiniones de la Fundación Padre-Menard. Todos los textos publicados están protegidos por derechos de autor.

 

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