Foto: Detalle de una captura de pantalla

Un escritor en busca de inspiración escucha la historia de un hombre que tuvo una profunda experiencia espiritual mientras sobrevivía al hundimiento de un transatlántico. Basada en la novela homónima de Yann Martel, La vida de Pi narra la historia de un adolescente que aprende a sobrevivir por sí mismo, al tiempo que experimenta una transformación interior.

Piscine Molitor Patel, apodado Pi, debe su inusual nombre a la pasión de su tío por las piscinas. Hijo del dueño de un zoológico de la ciudad de Pondicherry en la India, Pi se interesa por la vida en su esencia. Le interesan todas las religiones a la vez, incluso practica simultáneamente el hinduismo, el cristianismo y el islam, lo que desconcierta a quienes le rodean.

Siendo adolescente, Pi tiene que trasladarse a Canadá con su familia, ya que su padre ha decidido vender el zoológico y vender los animales en América, donde puede conseguir un mejor precio. Sin embargo, el transatlántico que transportaba a la familia Patel y a sus animales naufraga en el Océano Pacífico. Pi busca sobrevivir, tanto física como espiritual, en compañía de un tigre de bengala llamado Richard Parker.

Fe en la vida

Desde pequeño, Pi está convencido de que los animales tienen alma: lo ve en sus ojos. Desde que era un niño, por tanto, es consciente del valor de la vida en su esencia, y no antepone la vida humana a la de los animales.

Esta visión del mundo es probablemente la razón por la que no se siente obligado a inclinarse por ninguna religión en particular. Su padre le dice que tiene que elegir un camino, lo que para Pi no tiene sentido, ya que descubrió la fe a través del hinduismo, el amor a Dios a través de Cristo, y ha encontrado a Dios mismo y un sentido de comunidad a través del Islam. Para Pi, lo divino es universal y las religiones son sólo formas de celebrar la esencia de la vida.

Siendo adulto, mientras describe su aventura en el Pacífico, le dice al escritor que le ha visitado: “La fe es una casa con muchas habitaciones”. Como profesor de estudios religiosos en la universidad, Pi ha mantenido la visión universal de la espiritualidad que remonta a su infancia. Esta visión de la espiritualidad se vio reforzada por su experiencia de naufragio; su soledad en alta mar le obligó a estar cerca de la naturaleza, pero también de sí mismo, ya que cada día era una lucha por la supervivencia.

Al contrario, esta difícil aventura le enseñó a tener una relación sana con su propia espiritualidad, en la medida en que se enfrentaba a la duda. ¿Por qué un Ser Superior le haría pasar por tantas penurias, por tantos sufrimientos? ¿Qué tiene que hacer, qué tiene que dar, para que el Ser Superior venga en su ayuda? Sin embargo, Pi nunca dejó de creer. Al recordar los acontecimientos siendo adulto, dice: “La duda es útil: mantiene viva la fe”.

Diferentes tipos de verdad

La historia que Pi cuenta al escritor es la de un adolescente atrapado en un bote salvavidas con la única compañía de un tigre de Bengala llamado Richard Parker. Es ante todo una historia de supervivencia, pero también de convivencia. Al principio, Pi deja el bote al tigre, arreglándoselas con una balsa improvisada con un salvavidas, por miedo a ser devorado por el felino. Poco a poco consigue hacerse entender por el animal, hacer concesiones para convivir en el respeto mutuo: compartir el espacio de la barca, dar de comer al tigre para no convertirse en su comida, pero también cuidarse mutuamente.

Esta historia de peces voladores, medusas luminosas y suricatas que viven en una isla carnívora parece de lo más inverosímil. También existe una versión más “realista” de la historia. Sin embargo, independientemente de la que uno elija creer, lo principal sigue siendo que Pi Patel pierde a su familia en un naufragio, sufre por ello aunque también crece interiormente.

Tal vez la fábula del adolescente y el tigre no sea más que una parábola. Tal vez sólo sea una forma de afrontar el sufrimiento, de darle sentido para superarlo mejor. Tal vez dar contenido a la propia conciencia herida por el trauma sea la única manera de superar la duda y seguir teniendo fe en la vida.

En cualquier caso, a Pi no le interesa transmitir su aventura de forma factual. Le interesa transmitir la verdad de su vivencia, de su experiencia interior. Es esta la historia que vale la pena contar.

La vida de Pi es una historia de aprendizaje espiritual, en la medida en que el personaje cree en sí mismo y toma conciencia de su lugar en el mundo, de su vínculo con la vida en su esencia. Pero también es la solidificación de su concepción de la fe, una conceptualización abierta a todas las formas que puede adoptar. La película también nos recuerda que la verdad se encarna de diferentes maneras: está la de los hechos reales y la de la experiencia interior. Y también da testimonio del poder del espíritu, que encuentra la manera de curar los traumas que ha vivido dándoles sentido y sacando a la luz su belleza.

La historia de Pi, una adaptación de la novela del canadiense Yann Martel, ha ganado numerosos premios, entre ellos cuatro Oscar: mejor director para Ang Lee, mejor fotografía, mejor banda sonora original y mejores efectos especiales.

Película: La vida de Pi (2012) (Título original: Life of Pi)
Dirigida por: Ang Lee
Escrita por: David Magee, basa en la novela de Yann Martel
Países: Estados Unidos, Reino Unido, Taiwán
Distribución principal: Suraj Sharma, Irrfan Khan, Rafe Spall, Tabu, Adil Hussain, Gérard Depardieu
Disponible en Crave y Disney+

ACERCA DE LAURENCE GAGNON

A Laurence siempre le ha apasionado la literatura. Maestra en lengua y literatura francesas por la Universidad McGill, le interesa lo que los textos literarios pueden decir sobre el ser humano y su relación con el mundo. Curiosa por naturaleza, Laurence disfruta aprendiendo sobre diferentes culturas, su modo de ver la espiritualidad y sus relaciones con la comunidad. Sus pasatiempos van desde caminar por el bosque hasta el cine japonés, la literatura de las Primeras Naciones y la música clásica.

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