Los niños muestran la limpieza y el orden

de su dormitorio con orgullo y alegría

En 2024, en el Hogar CIMA (Centro de Integración de Menores Abandonados) en Perú, albergamos a más de 80 niños y adolescentes con graves problemas de conducta, alcoholismo o drogadicción, y cuyas familias habían perdido completamente el control sobre ellos. Algunos de estos jóvenes han optado por abandonar su casa y vivir en la calle debido a la violencia repetida en el seno familiar.

Este es el caso de Aaron, un adolescente que vive en el CIMA desde hace dos años. “He estado en la calle desde que tenía diez años. Me pasaba todo el día fuera y a veces pasaba la noche en casa de un amigo. Cuando tenía hambre, a veces le robaba dinero a mi abuela. En la escuela, a menudo me metía en líos con mis compañeros. Poco a poco, dejé de estudiar y cada vez robaba más, no solo para comer, sino también para comprar alcohol o drogas. Cada vez que volvía a casa me pegaban fuerte con un cinturón. Entonces, prefería dormir en la calle”.

Para sanar interiormente

Nada más llegar al Hogar CIMA, los jóvenes o niños se integran en la rutina diaria del centro y conviven en comunidad con otros niños de su misma edad o que comparten dificultades similares. El psicólogo de CIMA lleva a cabo una evaluación inicial de la salud mental y del comportamiento de cada nuevo residente.

La misión de CIMA es apoyar a los niños y jóvenes en su proceso de sanación interior, ofreciéndoles al mismo tiempo la oportunidad de reanudar o continuar su educación, adquirir aptitudes profesionales, cultivar su talento para la música o las artes visuales y forjar amistades para toda la vida. Todo ello en un ambiente de amor y generosidad, donde la autodisciplina, el respeto mutuo y el compañerismo son las piedras angulares del modelo educativo del centro. Los jóvenes toman conciencia de la importancia de estudiar y vivir en un entorno sano. Por ello, son responsables de mantener limpias su ropa, sus camas, sus casilleros y las zonas comunes de los distintos edificios.

Es fundamental que los adolescentes y los niños participen activamente en los diversos talleres terapéuticos y psicoeducativos para curar las heridas que hay en sus almas. Estas sesiones, dirigidas por el psicólogo en estrecha colaboración con el asistente social del centro y los tutores, tienen como objetivo no sólo promover la rehabilitación individual, sino también reforzar los lazos familiares. Por ello, se alienta encarecidamente la participación de los padres, ya que nuestro objetivo último es restablecer estas relaciones familiares, antaño tensas. Este taller, posible gracias al generoso apoyo de la Fundación Père-Ménard, ya ha demostrado su utilidad para muchos antiguos residentes del Hogar CIMA. Henri, uno de ellos, comparte su experiencia:

Cuando era niño, mi madre me pegaba e insultaba constantemente. Me fui de casa a los siete años. Pasé cinco años en la calle, consumiendo drogas y alcohol, mendigando y robando. Tuve problemas con la policía. Un día llegué a CIMA con algunas reservas, pero este hogar era diferente de los otros lugares que había conocido. Durante mi estancia, crié animales. Me sentí respetado y querido. El personal del hogar y mis compañeros se convirtieron en mi familia. Cuando me fui, sentí el deseo de reunirme con mi madre.

Proyectos de autonomía alimentaria

Para cumplir nuestra misión, hacemos gran hincapié en las siguientes actividades: talleres de apoyo psicológico, educación de recuperación, desarrollo de habilidades profesionales y desarrollo artístico. Sin embargo, para garantizar la sostenibilidad del centro y un suministro adecuado de buenos alimentos para los niños y adolescentes que viven en él, seguimos desarrollando iniciativas encaminadas a la autosuficiencia alimentaria:

– Relanzamiento del taller de apicultura con siete colmenas. En esta primavera podremos disfrutar de una buena producción de miel.

– Instalación de un estanque de agua dulce para criar peces. Este proyecto se lleva a cabo en colaboración con la Universidad Nacional Agraria La Molina.

– Plantación de árboles frutales, como naranjos, limoneros e higueras, en lugar de árboles ornamentales.

– Crianza de diversos animales, como cuyes, conejos, patos, gallinas, carneros y cerdos, por su carne y huevos biológicos. Estos productos se utilizarán para proporcionar a los niños y adolescentes las proteínas que necesitan para una dieta sana.

– Continuación del taller de hidroponía, en el que se cultivan frutas y hortalizas en tinas utilizando una solución nutritiva especialmente diseñada para favorecer su crecimiento.

– Aprovechamiento del terreno contiguo al Hogar CIMA para cultivar pastizales. También plantamos moringa, una planta con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

Los talleres de autonomía alimentaria brindan a los jóvenes la oportunidad de desarrollar sus conocimientos y aptitudes en diversos ámbitos, como la ciencia, la nutrición, la planificación y la protección del medio ambiente.

Apoyando al Hogar CIMA, se brinda a numerosos jóvenes y niños la oportunidad de curar sus heridas interiores, aprender un nuevo oficio, reanudar sus estudios, reencontrarse con sus familias y, por último, aspirar a una vida mejor. ¡Gracias por su ayuda!

ACERCA DE JORGE LUIS SAAVEDRA

Casado y con dos hijos, Jorge es director del Foyer CIMA en Perú desde 2013. Se define como un laico consagrado a Dios que quiere ayudar a niños y jóvenes con problemas o que han vivido en la calle, donde están expuestos a todo tipo de peligros, sufren abusos y malos tratos, mientras permanecen invisibles a los ojos de la sociedad.

Las opiniones expresadas en los textos son de los autores. No pretenden reflejar las opiniones de la Fundación Padre-Menard. Todos los textos publicados están protegidos por derechos de autor.