La foto es una captura de pantalla no modificada

Duna, película de Denis Villeneuve, es una adaptación de la gran obra de ciencia ficción del mismo nombre escrita por Frank Herbert. Es la historia de un joven con dones sobrenaturales, quien se encuentra en medio de un sangriento conflicto con las fuerzas de un imperio ambicioso, mientras descubre si su destino predestinado es realmente el camino que debe seguir.

En un futuro lejano, Paul Atreides es el heredero de la Casa Atreides, que forma parte de un imperio multiplanetario. Enviados al planeta inhóspito y desértico planeta de Arrakis, antaño gobernado por la Casa Harkonnen, los Atreides se encargan del cultivo de “especias”, una valiosa sustancia que asegura la supervivencia y la superioridad económica del Imperio. Pero este comercio se realiza a costa de la población autóctona de Arrakis, los Fremen, quienes viven en las cuevas de este planeta cubierto de vastos y peligrosos desiertos.

Además de verse envuelto en una compleja situación política, Paul también sigue los pasos de su madre, quien forma parte de una organización religiosa, la Bene Gesserit, que profetiza la llegada de un mesías. Su madre y sus hermanas creen que este mesías es Paul, un niño nacido al final de un largo proceso de cruce genético que le habría dado una fuerza mental extraordinaria, capaz de tender un puente entre el tiempo y el espacio, el pasado y el futuro.

Descifrar el mensaje del mundo

Incluso antes de poner el pie en Arrakis, Paul ve la inmensidad del desierto en sueños. Los mismos sueños se repiten noche tras noche, en medio de los cuales percibe el rostro de una mujer que no conoce, pero que parece llevarle a alguna parte.

Los sueños de Paul parecen ser premonitorios, pero nunca le muestran el futuro de forma literal. Paul trata de descifrar correctamente el mensaje que se le presenta. Si sueña con la muerte de un ser querido, ésta no se producirá cuando la espera ni en las circunstancias que cree poder predecir. Si ve a la misteriosa mujer que lo apuñala hasta la muerte, ¿se trata de una alegoría o esta mujer es realmente peligrosa?

A pesar de que su destino está predeterminado desde su concepción, y de que sus objetivos han sido fijados por otros -la Bene Gesserit, su madre, su padre, el Emperador-, nadie le guía realmente para alcanzarlos. Cuando la situación política se convierte en un conflicto armado por el control de Arrakis y sus riquezas, Paul se encuentra casi solo y tiene que encontrar su propio camino. Sus únicas herramientas: el conocimiento transmitido por su madre, el conocimiento que ha encontrado él mismo, pero también el mundo en el que se encuentra.

Porque Arrakis, como los sueños de Paul, y como sus parientes, le habla. El desierto le envía señales: tormentas peligrosas, un calor mortífero a la salida del sol, gusanos de arena gigantes que se arrastran bajo la superficie de las dunas. Arrakis le da la información que necesita, y Paul debe utilizar estas herramientas para sobrevivir y encontrar su camino. En una de sus visiones, un Fremen confirma que el misterio de la vida no es un problema que resolver, sino una realidad que vivir. Paul debe aprender a soltar y dejarse llevar.

Desierto de Huacachina, Perú. Foto por Ze Paulo Gasparotto / Unsplash

Una petición a favor del respeto

La búsqueda del protagonista se desarrolla en una sociedad muy avanzada en tecnología, pero que ha retomado un sistema feudal, en una versión imperial y colonizadora del espacio. El Emperador envía a sus vasallos a ocupar Arrakis y a apropiarse de sus recursos, sin tener en cuenta a quienes ya viven allí. Los vasallos, incluidos los Atreides, no son libres de rechazar las órdenes del Emperador, y mucho menos de expresar su desacuerdo. Leto, aunque acepta tomar el control de Arrakis y hace lo que puede para satisfacer la demanda de recursos, también intenta limitar el daño causado a los Fremen. Hasta cierto punto, Leto respeta más la vida que el beneficio económico.

Esta mentalidad de respeto no se limita a los individuos, sino que se extiende al entorno. Aunque los vasallos del Emperador cosechan los recursos de Arrakis, éstos están a merced de un entorno hostil que no tienen más remedio que respetar. A diferencia de los humanos, que moldean el planeta para que se adapte a sus necesidades, los colonizadores de Arrakis dependen del desierto: sólo pueden recolectar las “especias” cuando los gusanos de arena, unas colosales criaturas con innumerables dientes que se arrastran bajo las dunas, les permiten hacerlo, por ejemplo, o evitar salir cuando el sol está alto en el cielo y el calor se vuelve mortal.

La obligación de los Atreides, y antes de ellos de los Harkonnen, de plegarse por completo a las condiciones del planeta o morir, pone en perspectiva la relación de los seres humanos con la Tierra. Explotar los recursos de Arrakis tan intensamente como lo hacen los vasallos del Imperio tiene un precio, el de tener que luchar siempre por la supervivencia. Podemos ver en el clima particularmente árido y hostil de Arrakis una versión extrema de lo que le espera a la humanidad si sigue explotando la Tierra, si respeto alguno por la renovación natural de sus recursos.

Es también este respeto por Arrakis y sus habitantes lo que lleva a Paul a tomar una decisión contraria a los deseos de su madre, una decisión que podría afectar al destino que tantos han trazado para él.

Bajo la apariencia de un universo de ciencia ficción más grande que la realidad, Duna nos permite cuestionar la importancia de nuestras elecciones personales en la realización de nuestro destino, pero también las prácticas de nuestra sociedad, que a menudo que dejan en segundo plano el respeto, en todas sus formas. La búsqueda identitaria y filosófica de Paul Atreides tiene el potencial de adquirir proporciones sociales, incluso espaciales. Para confirmarlo, habrá que esperar la segunda parte, que ya ha sido anunciada, o, para aquellos que estén interesados, leer la serie el Ciclo de dunas.

La película de Villeneuve materializa un mundo más allá de la imaginación con gran eficacia, y termina con una puerta entreabierta en la que no podemos esperar a entrar. Basada en el Ciclo de Duna, de Frank Herbert, cuyo primer volumen se publicó en 1965, la película Duna fue aclamada por la crítica y ganó seis premios de la Academia. La segunda parte de Duna está prevista para 2023.

Película: Duna (2021)

Escrita y dirigida por: Denis Villeneuve (basada en las novelas de Frank Herbert)

País: Estados Unidos

Distribución: Timothée Chalamet, Rebecca Ferguson, Zendaya, Jason Momoa, Josh Brolin, Stellan Skarsgård, Oscar Isaac, y otros.

Disponible en Crave

ACERCA DE LAURENCE GAGNON

A Laurence siempre le ha apasionado la literatura. Maestra en lengua y literatura francesas por la Universidad McGill, le interesa lo que los textos literarios pueden decir sobre el ser humano y su relación con el mundo. Curiosa por naturaleza, Laurence disfruta aprendiendo sobre diferentes culturas, su modo de ver la espiritualidad y sus relaciones con la comunidad. Sus pasatiempos van desde caminar por el bosque hasta el cine japonés, la literatura de las Primeras Naciones y la música clásica.

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