Foto tomada durante el curso de electricidad
El centro ARCA (Amor y Respeto por la Infancia y la Adolescencia) se encuentra en Villa Anchieta, un asentamiento precario en la ciudad de Campinas, Brasil. Ya les contamos cómo, durante y después de la pandemia, el centro se vio duramente afectado. Tuvimos que ser creativos para seguir ayudando a la gente necesitada.
Tras la pandemia, la situación financiera del ARCA se volvió crítica. La prohibición de las reuniones provocó la cancelación de las actividades de recaudación de fondos, privándonos de importantes ingresos para mantener los puestos de trabajo y pagar servicios esenciales como el agua, la electricidad y el teléfono.
La misión del centro es ayudar a la comunidad. La población es pobre, carece de los recursos básicos que necesita para sobrevivir, y se enfrenta a problemas como la falta de empleo, la violencia de las pandillas, la drogadicción y el alcoholismo, etcétera. El cese temporal de nuestras actividades perjudicó a la comunidad. ¿Cómo podíamos ayudar si el centro estaba tan frágil?
“Llevo veintiún años trabajando en el ARCA, cuatro de ellos como directora. Durante la pandemia, el centro fue invadido por delincuentes que robaron todo lo que pudieron. Compramos candados y reforzamos las puertas y ventanas. Fue inútil. Volvieron por el resto. A quienes tomen el relevo, les pido que muestren fuerza, determinación y apertura para continuar, porque la comunidad necesita de verdad del centro ARCA”, compartió Arlene Groinger durante la Asamblea General de 2021.
Reinventarse
La primera decisión que tomó la nueva Junta Directiva del ARCA fue buscar soluciones. Se hizo una encuesta en el barrio y la mayoría de la gente dijo que el desempleo era una de las principales causas de problemas sociales como el vandalismo, los robos, el consumo de drogas y la prostitución. Así que nos reunimos con los responsables de la Escuela Nacional de Tecnología Industrial Roberto Mange (SENAI) para hablar de lo que podíamos hacer juntos para reducir el desempleo en nuestra zona. Tras unos meses de conversaciones, en 2022 firmamos un convenio de colaboración de dos años con el SENAI y el Consejo Municipal del Niño y el Adolescente (SMAS-CMDCA) para ofrecer capacitaciones técnicas para jóvenes y adultos. Por desgracia, los habitantes de los barrios marginales no tienen recursos suficientes para pagar una formación profesional.
Para mejorar sus instalaciones, el ARCA pidió ayuda a benefactores locales, al ayuntamiento de Villa Anchieta y a la Fundación Padre Menard, los cuales donaron fondos para mantener los locales, cuidar el terreno, reparar el tejado y las ventanas, reinstalar la red eléctrica y comprar extintores, una estufa, un refrigerador y un proyector.
Gracias a ello, ha sido posible iniciar el año 2023 con capacitaciones en técnicas administrativas, electricidad y gestión de recursos humanos. Los cursos se ofrecen a un precio reducido para que puedan acceder jóvenes y adultos desempleados. Cada curso dura 160 horas e incluye sesiones presenciales de lunes a viernes, tres o cinco veces por semana.
Hemos realizado los ajustes necesarios en las instalaciones del centro ARCA para acoger a grupos de veinte personas. En 2023, teníamos 33 alumnos en administración, quince en electricidad y veinte en gestión de recursos humanos. En 2024, nos gustaría poder aceptar a otros estudiantes y ofrecer nuevos cursos de formación técnica. De momento, siete graduados han encontrado un empleo estable. Los demás trabajan por cuenta propia, utilizando las nuevas competencias adquiridas durante su formación.
Hice el curso para ser electricista y ahora tengo mi propio pequeño negocio con el que me gano la vida. Ahora voy a casa de un cliente a instalar dos ventiladores de techo. Quiero dar las gracias y espero que haya más cursos para mejorar nuestros conocimientos.
Sidney Roberto da Silva
Por su parte, María Célia Carvalho, estudiante de técnicas administrativas, está muy agradecida por esta maravillosa iniciativa: “Estos cursos están ahí para ayudar a mucha gente. Personalmente, hacía mucho tiempo que quería hacer un curso. Cuando me enteré de lo que ofrecía ARCA, ¡aproveché la oportunidad! Gracias a las personas que han trabajado en este proyecto para hacer realidad este sueño. La Sra. Edilaine [profesora de administración y gestión de recursos humanos] es una persona que ama su trabajo. Nos hemos convertido en una familia durante las clases”.
Ces témoignages nous rendent très heureux et nous animent à poursuivre la deuxième année de ce partenariat éducatif. Avec l’appui des bienfaiteurs locaux et étrangers, nous saurons faire face aux défis qui se dessinent à l’horizon. Enfin, nous aimerions dire un mot à propos de la santé du père Israël Martinez Sosa, M.S.A., fondateur du centre ARCA. Malgré l’ACV qui lui a causé des séquelles physiques importantes, il continue à assurer une présence spirituelle au centre et à suivre le travail de l’équipe de l’ARCA qui est composée par quinze bénévoles.
Estos testimonios nos hacen muy felices y nos motivan para continuar el segundo año de esta alianza educativa. Con el apoyo de benefactores locales y extranjeros, podremos hacer frente a los retos que nos esperan. Por último, nos gustaría decir unas palabras sobre la salud del Padre Israël Martinez Sosa, M.S.A., fundador del centro ARCA. A pesar del derrame cerebral que le dejó graves secuelas físicas, sigue aportando su presencia espiritual en el centro y supervisando el trabajo del equipo de quince voluntarios que colaboramos con el ARCA.
Voluntarios de la Junta directiva del Centro ARCA en Brazil
ACERCA DE COLABORACIÓN ESPECIAL
Le proponemos un artículo que creemos importante difundir por la riqueza de su contenido. En esta ocasión, queremos agradecer a los miembros de la Junta Directiva del Centro ARCA de Brazil por este texto que ha sido difundido también en la Novena Mariana 2024, el boletín de la Fundación Père- Ménard.
Las opiniones expresadas en los textos son de los autores. No pretenden reflejar las opiniones de la Fundación Père-Menard. Todos los textos publicados están protegidos por derechos de autor.





