En el pueblo de Mukoko, en la República Democrática del Congo, según la tradición la mujer se dedicaba principalmente al matrimonio y a las tareas domésticas. Con el proyecto de escolarización de las jóvenes de la aldea, estamos llevando a cabo una importante campaña de sensibilización para cambiar esta mentalidad y animar a las niñas a continuar sus estudios.

En 2015, los miembros de nuestra organización comunitaria conocida como UDM (Unión para el Desarrollo de Mukoko) pusieron en marcha este proyecto con la ayuda de la Fundación Padre Menard. Nuestros esfuerzos y los de las chicas empiezan a dar frutos admirables, aunque todavía queda mucho por hacer. El proyecto comenzó con el pago de una formación técnica en educación infantil para cinco mujeres. Después de sus estudios, ellas volvieron al pueblo para trabajar en la guardería. Con el apoyo de la Fundación Père-Ménard, podemos pagarles una pequeña prima mensual de 50 dólares.

Yo nací en una familia pobre y soy una de las beneficiarias de la beca concedida por este proyecto. Ahora trabajo como educadora. Estoy experimentando el impacto del proyecto aquí en casa, en Mukoko. Muchas gracias y larga vida a la Fundación.

Joven educadora

Desde la educación preescolar

La presencia de las educadores estimula más a nuestros pequeños, especialmente a las niñas, y estamos encantados de constatar sus habilidades profesionales. Utilizan estrategias pedagógicas y lúdicas para estimular las ganas de aprender de los niños con representaciones, juegos, canciones y bailes. Un número importante de niños quiere empezar la escuela incluso antes de que sus padres firmen el acuerdo de admisión.

Las educadoras con algunos de los niños que asisten a la guardería del pueblo.

De hecho, una madre nos dijo: “Aunque yo no sepa leer ni escribir, mis hijas deben ir a la escuela para aprender. Pueden llegar a ser lo que otros han llegado a ser: profesoras, enfermeras, costureras…”.

Desgraciadamente, la estructura de paja que servía de guardería se derrumbó debido a un fuerte viento. ¡Damos gracias a Dios porque ningún niño resultó herido! Por el momento estamos utilizando un rincón de la capilla, pero nos gustaría poder construir un edificio fuerte con tres aulas y una pequeña oficina junto a la escuela primaria.

En primaria y secundaria

El proyecto sigue proporcionando clases adicionales de lectura y escritura, francés y aritmética para todos los niños, así como la compra y entrega de uniformes y material escolar (cuadernos, libros de texto, bolígrafos, lápices, gomas de borrar, etc.). Sin embargo, el proyecto intenta, en la medida de lo posible, apoyar primero a las niñas huérfanas y a las de familias pobres.

En la escuela secundaria, los jóvenes piensan más a su destino y su futuro. Para las niñas, este es un momento crucial, ya que tienen que tomar grandes decisiones sobre el matrimonio y los estudios. Tampoco es fácil para sus familias. Para dar un respiro a las niñas, el proyecto ofrece pequeñas becas que se conceden si permanecen en la escuela.

Gracias al proyecto, veinte chicas se han graduado recientemente en el instituto. Nos han expresado su deseo de ir a la universidad. Estamos muy orgullosos de ellas, pero desgraciadamente no tenemos los medios para apoyarlas a realizar estudios superiores. Las animamos a buscar soluciones, a no renunciar a sus sueños y no desanimarse por las circunstancias difíciles de la vida.

En cuanto a las infraestructuras, el año pasado construimos varias letrinas en una de las escuelas de nivel secundario. Queremos establecer buenas prácticas de higiene eliminando el hábito de hacer sus necesidades al aire libre, lo cual provoca problemas de salud relacionados con la contaminación del agua y del aire. Además, estos sanitarios garantizan el bienestar, la dignidad y la seguridad de las mujeres. Las otras escuelas están esperando su turno.

En la escuela primaria se han pintado de azul los tejados de dos edificios y se han construido pupitres para equipar algunas aulas. Nos gustaría hacer pupitres para todas las aulas, pero nuestros recursos son limitados, así que tenemos que ir paso a paso.

Estamos muy agradecidos con todos los benefactores de la Fundación Padre Ménard, que confían en la acción comunitaria como motor del cambio local. Conocemos las necesidades de nuestro pueblo y ustedes han escuchado nuestras propuestas con respeto e interés. Muchas gracias por formar parte de esta asociación que está ayudando a cambiar las mentalidades, un día a la vez.

Nicolas Ibo

ACERCA DE COLABORACIÓN ESPECIAL

Le proponemos un artículo que creemos importante difundir por la riqueza de su contenido. En esta ocasión, queremos agradecer a Nicolas Ibo, presidente de la Union por el Desarrollo de Mukoko, por autorizar la reproducción de su texto, publicado en Mission-Action edición del Verano 2022, el boletín de la Fundación Père-Ménard.

Las opiniones expresadas en los textos son de los autores. No pretenden reflejar las opiniones de la Fundación Père-Menard. Todos los textos publicados están protegidos por derechos de autor.