André Myre es un reconocido Biblista, autor de numerosos libros, profesor retirado de la Universidad de Montreal y especialista de los Evangelios, particularmente el de Marcos. En entrevista, nos habla sobre la Biblia, la religión, el ateísmo y Dios.
André es como un “chico pequeño” del suroeste, donde también residían sus dos abuelos paternos y maternos. Nacido en Côte-Saint-Paul, un distrito de la clase trabajadora de Montreal, vivió en Ville-Émard hasta que su ingreso a la comunidad jesuita. Hizo su curso clásico en Verdun en el colegio Jean-Jacques-Olier, dirigido por los sulpicianos. André pasó parte de su vida cruzando Verdun y Ville-Émard a pie o en bicicleta.
La primera vocación
Su primera vocación le fue revelada a temprana edad. Un día, después de haber asistido a la adoración del Santísimo Sacramento en la iglesia, André toma a su padre de la mano y le dice con el ardor de sus cinco años: “Papá, un día, haré lo que él ha hecho adelante”. A partir de ese día, todo estaba arreglado: se convertiría en sacerdote.
En 1960, con 21 años cumplidos André ingresa a la orden de los jesuitas junto con otros 37 jóvenes procedentes de diferentes rincones del Quebec, de Ontario y de Manitoba. Es el final de la Era Duplessis, el tiempo de preparación de la llamada Revolución Tranquila, y del Concilio Vaticano II, inaugurado el 11 de octubre de 1962 por el Papa Juan XXIII. Un mundo nuevo y desconocido se prepara. En el noviciado, ya hay 22 jóvenes esperando a la nuevos, lo que hace 60 chicos que conciben el mundo de una forma diferente.
Realiza sus estudios de filosofía con los jesuitas y su doctorado en los Estados Unidos en el Hebrew Union College, una universidad judía en Cincinnati. Enseña en la Facultad de Teología de la Universidad de Montreal y permanece allí durante casi treinta años, es decir, hasta su jubilación a los 57 años.
André Myre
“Mi estancia con los jesuitas me dio mucho, especialmente al estar en contacto con todos estos jóvenes que también estaban buscando un sentido a la vida. Sin embargo, con el tiempo todos fueron abandonado la comunidad y actualmente sólo quedan dos o tres. Los demás se fueron porque desafortunadamente la institución no pudo evolucionar lo suficientemente rápido como para retenerlos. Durante este período, experimenté una deconstrucción completa y radical de todo mi mundo de pensamiento … el de mi infancia. Todo se dividió en cascadas, y fue muy, muy doloroso porque no sabía a dónde me llevaría. Nadie antes de nosotros había tenido esta experiencia”. Finalmente, André sale de la comunidad jesuita en la primavera de 1997.
Una lectura inspiradora y salvadora
Durante su estancia en Estados Unidos, uno de sus maestros le habló de la importancia de leer la Biblia. Y eso fue lo que André hizo, en diez días, de principio a fin. Del Génesis al Apocalipsis. Al final, no había ni Abraham, ni Jeremías, ni Juan el Bautista, ni Jesús.
Había una Voz, con mayúscula, no eran palabras o sonidos, sino más bien una fuerza, un dinamismo de fondo. A veces me viene a la mente la palabra inglesa “drive”.
André Myre
Esta lectura le hizo darse cuenta de que este dinamismo “hizo estallar un mundo simbólico que ya no tenía ningún significado, una religión que ya no decía nada, palabras sin sentido, era una especie de poder de fondo que era lo suficientemente fuerte como para dar a luz a otra cosa.”
Esta revelación fue a la vez “la gracia y la maldición” de su vida. Fue una gracia porque le ayudó a reconstruirse internamente, una maldición porque todo este proceso se hizo en total marginalidad con respecto al sistema. Pero en última instancia, esta reconstrucción interior lo prepara para otra etapa de su vida. “Si me preguntan quién soy, te diré que soy un Biblista”, explica. Un Biblista es alguien que trata de sacar el significado de los textos de la Biblia. Alguien que trabaja con la Biblia de manera técnica. ”
Desde que se retiró, ha dedicado una gran parte de su tiempo y energía al estudio de las Escrituras. Participó en la redacción de los siguientes proyectos editoriales: La Biblia. Nueva Traducción (2011) y Nuevo Vocabulario Bíblico (2004). Ha escrito numerosos libros, entre otros : Para el Futuro del Mundo: La resurrección revisada; ¿Crees en eso?; Él, Vengan a ver a Jesús de Nazaret; Rezar de manera diferente; Escuchar los Evangelios y, muy recientemente, Según Marcos: Guía para Leer un Evangelio Subversivo.
André es su estudio
El ateísmo, la incredulidad y el rostro de Dios
Las dudas, la lenta deconstrucción y una vida dedicada a reconstruir le indicaron, siguiendo lo que Jesús hizo en su momento, un camino de vida. Desde hace varios años, André se siente bajo la influencia de un poderoso aguijón que lo empuja a escribir.
Entre otras cosas, quiere dar testimonio de su profunda convicción de que “ciertas personas, hombres de negocios, músicos, carpinteros, quienes dicen ser absolutamente ateos, incrédulos, agnósticos, son en el fondo grandes creyentes. El músico, dice, es un gran creyente porque rehace el mundo desde su interioridad. Como el bailarín, como el pintor, como el escritor. Todas estas personas necesitan reconocer que tienen una fe común que no tiene nada que ver con la religión.”
Cuando piensa en el futuro, sus ojos se iluminan. “No estoy en el mundo del ateísmo ni de la incredulidad, pero me inclino a pensar que las personas pueden estar radicalmente hartas de las religiones, y al mismo tiempo fascinadas por el Dios verdadero. ” Menciona la obra Mujer con Sombrero, pintura de Picasso realizada en 1941.” El rostro humano está completamente distorsionado. Picasso deshace algo para rehacer otra cosa. Si nos tomamos el tiempo, será posible crear un rostro de Dios que corresponda al sueño que habita en cada ser humano.”
À PROPOS DE RENÉE THIVIERGE
Periodista, escritora, traductora y dramaturga, Renée siempre ha estado interesada en la filosofía y la espiritualidad. La belleza y el ser humano son sus mejores fuentes de inspiración y cree apasionadamente en el poder de las palabras para teñir con poesía los límites de un mundo a menudo superficial y mediático.
